Estuvo aquí hace poco. Como una diosa en fuga
llevaba débilmente sus temblores divinos.
Por un instante el cielo detuvo a la hilandera
y la muchacha hermosa se detuvo un momento.
Ahora ha partido. Carne que sabe la sentencia,
comprendo que mis ojos la han perdido por siempre.
Roja sombra, has de ser la ceniza de un sueño.
Dulce, fugaz sonrisa... ¿No estarás en mi cielo?
Nada nos pertenece. Todo sigue um oscuro
rumbo. Son sueño el árbol, el castillo, la esfinge.
El mar abre sus líquidos brazos de cruel sirena
hacia donde incesantes naves se precipitan.
Adiós, sagrada imagen. En la tarde solemne
despido astros y Dioses que otorgan oro y sangre.
Muero un poco con todas las flores abatidas
y se apaga el crepúsculo, pero la noche es grande.
William Ospina
William Ospina
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Esteve aqui recente. Como uma deusa em fuga
portava debilmente seus tremores divinos.
Por um instante o céu estancou a fiandeira
e a moça formosa deteve-se um instante.
Agora se foi. Carne que sabe a sentença,
entendo que meus olhos a perderam para sempre.
Rubra sombra, hás de ser a cinza de um sonho.
Doce, fugaz sorriso... Não a verei em meu céu?
Nada nos pertence. Tudo continua em escuro
rumo. Um sonho a árvore, o castelo, a esfinge.
O mar abre seus líquidos braços de sereia cruel
até onde incessantes naves se precipitam.
Adeus, sagrada imagem. Na tarde solene
despeço astros e deuses que outorgam ouro e sangue.
Morro um pouco com todas as flores abatidas
e se apaga o crepúsculo, mas a noite é enorme.