terça-feira, 9 de abril de 2024

La mujer y la casa


Hervías la leche

y seguías las aromosas costumbres del café.

Recorrías la casa

con una medida sin desperdicios.

Cada minucia un sacramento,

como una ofrenda al peso de la noche.

Todas tus horas están justificadas

al pasar del comedor a la sala,

donde están los retratos

que gustan de tus comentarios.

Fijas la ley de todos los días

y el ave dominical se entreabre

con los colores del fuego

y las espumas del puchero.

Cuando se rompe un vaso,

es tu risa la que tintinea.

El centro de la casa

vuela como el punto en la línea.

En tus pesadillas

llueve interminablemente

sobre la colección de matas

enanas y el flamboyán subterráneo.

Si te atolondraras,

el firmamento roto

en lanzas de mármol,

se echaría sobre nosotros.

***

A mulher e a casa


Fervias o leite

e seguias os aromosos costumes do café.

Atravessavas a casa

com uma medida sem desperdícios.

Cada minúcia um sacramento,

como uma oferenda ao peso da noite.

Todas as tuas horas estão justificadas

ao passar da sala de jantar à de visitas,

onde ficam os retratos

que gostam dos teus comentários.

Estabeleces a lei de todos os dias

e a ave dominical se entreabre

com as cores do fogo

e as espumas do cozido.

Quando se quebra um copo,

é o teu riso que tilinta.

O centro da casa

voa como o ponto na linha.

Em teus pesadelos

chove interminavelmente

sobre a coleção de arbustos

anões e o flamboyant subterrâneo.

Se te desorientasses,

o céu despedaçado

em lanças de mármore

despencaria sobre nós.


Jose Lezama Lima