domingo, 14 de fevereiro de 2010

El Intruso



Amor, la noche estaba trágica y sollozante
Cuando tu llave de oro cantó en mi cerradura;
Luego, la puerta abierta sobre la sombra helante,
Tu forma fue una mancha de luz y de blancura.

Todo aquí lo alumbraron tus ojos de diamante;
Bebieron en mi copa tus labios de frescura,
Y descansó en mi almohada tu cabeza fragante;
Me encantó tu descaro y adoré tu locura.

Y hoy río si tú ríes y canto si tú cantas;
Y si tú duermes duermo como un perro a tus plantas!
Hoy llevo hasta en mi sombra tu olor de primavera.

Y tiemblo si tu mano toca la cerradura,
Y bendigo la noche sollozante y oscura
Que floreció en mi vida tu boca tempranera!

Delmira Augustini
O INTRUSO

Amor, naquela noite trágica e soluçante
Cantou tua chave de ouro em minha fechadura;
E logo, a porta aberta sobre a sombra arrepiante,
Te vi como uma mancha de luz e de brancura.

Tudo me iluminaram teus olhos de diamante;
Beberam-me na taça teus lábios de frescura,
Na almofada pousaste-me a cabeça fragrante;
Amei-te o atrevimento e adorei-te a loucura.

E hoje rio se ris e canto se tu cantas;
Se dormes, durmo como um cão a tuas plantas!
Na própria sombra levo a tua recendente

Primavera; e, se a mão tocas na fechadura,
Tremo e bendigo a noite que -soluçante e escura-
Floriu na minha vida tua boca amanhecente

Traduzido por Anderson Braga Horta