Dê-me a humildade da asa e da leveza,
do que passa suave
e solta a âncora,
a despedida ingrávida,
e o abandono do voo,
a cicatriz que avança
como asa em seu deserto
Dê-me a humildade da alma
sem corpo e já sem coisas.
Ser a poesia e sua luz,
apenas a poesia
e a região mais do ar,
inacessível ao desastre.
Dê-me a luz sem limites
espiando lá dentro
e a noite que sou também e o barro,
com a estrela distante
que a sede não sacia.
Dê-me a humildade que solte as correntes,
a verdade que desnuda
o pó, e o osso que me forjam.
Apenas no que sou caio,
me derrubo.
Deixe-me andar sem equipagem,
leve,
aberta ao horizonte.
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Dame la humildad del ala y de lo leve,
de lo que pasa suave
y suelta el ancla,
la despedida ingrávida,
y el abandono al vuelo,
la cicatriz que avanza
como ala en su desierto
Dame la humildad del alma
sin cuerpo y ya sin cosas.
Ser la poesía y su luz,
tan sólo la poesía
y la región más de aire,
inaccesible al desastre.
Dame la luz sin límites
acechando adentro
y la noche que soy también y el barro,
con la estrella distante
que la sed no sacia.
Dame la humildad que suelte las cadenas,
la verdad que desnuda
el polvo, el hueso que me fraguan.
Sólo en lo que soy caigo,
me derrumbo.
Déjame andar sin equipaje,
leve,
abierta al horizonte.
Verônica Volkov